El líder debe tener presente que en cualquier momento se puede presentar una adversidad, la capacidad de responder a ella de una manera sabia y eficiente es lo que distingue al líder de los demás. El actuar con serenidad y reconocer que todo lo que somos se lo debemos a Dios, es lo que nos hace ser exitosos en la carrera de liderar. Los desafíos de la vida, los momentos de dolor, las aventuras que nos atrevemos a pasar en esto que llamamos liderazgo es de todos los días, pero no todo es dolor y sufrimiento, también vemos en cada momento el respaldo de Dios en lo que hacemos.